Rusty Wright es autor y orador itinerante. Tiene su B.S. y M.A. en Psicología y Religión de la Duke University y de la International School of Theology, respectivamente. Es miembro de la Lambda Chi lpha Fraternity, es autor de cuatro libros y habla cada año a miles de estudiantes universitarios y profesores a lo largo de los Estados Unidos. El y su esposa Linda, son invitados frecuentemente a dar charlas en TV.
"Me estaba muriendo. Escuché cuando doctor me declaró muerto. Mientras estaba acostado en la mesa de operaciones del hospital grande, un zumbido fuerte y rudo comenzó a retumbar en mi cabeza. Al mismo tiempo, sentí que me estaba moviendo a lo largo de un túnel largo y oscuro. Entonces, de pronto, ¡me encontré fuera de mi cuerpo físico! Como un espectador, observé los intentos desesperados del doctor por revivir mi cadáver.
"Pronto... me encontré con un "ser" de luz que me mostró una recapitulación instantánea de mi vida y me ayudó a evaluar mis hechos pasados.
"Finalmente entendí que mi tiempo de morir no había llegado aún y que tenía que regresar a mi cuerpo. Me resistí, porque había encontrado que mi experiencia después de la muerte había sido bastante placentera. Pero, sin embargo, de alguna forma me reuní con mi cuerpo físico y viví"{1} Muchas personas han informado de experiencias cercanas a la muerte (ECM). ¿Qué quieren decir? ¿Qué ocurre cuando nos morimos?
Mientras escribía un libro sobre este tema, entrevisté a gente con historias fascinantes. Una mujer en Kansas desarrolló complicaciones luego de una cirugía mayor. Sintió que se levantaba del cuerpo, volando a través del espacio, y oyó voces celestiales antes de volver a su cuerpo.
Un hombre de Arizona, en coma cinco, meses después de un accidente de motocicleta, dijo que había visto a su padre muerto y había hablado con él.
Varias teorías tratan de explicar estas ECM. Las explicaciones fisiológicas sugieren una causa física - tal vez un golpe en la cabeza o falta de oxígeno en el cerebro. Las explicaciones farmacológicas apuntan a las drogas o a la anestesia. Las explicaciones psicológicas proponen causas mentales, tales como mecanismos de defensa o cumplimiento de deseos. Las explicaciones espirituales citan a las ECM como preludios de la vida posterior, ya sea genuinos (si son divinos) o distorsionados (si son demoníacos). Las aplicaciones de estas teorías pueden ser complejas.{2} Durante mis años de estudiante en la Universidad de Duke, el estudiante en la pieza al lado de la mía fue alcanzado por un rayo y murió en forma instantánea. Durante cuatro días nuestro grupo estuvo en un estado de conmoción. La gente estuvo haciéndose preguntas como, "¿Dónde está Mike ahora?", "¿Hay vida después de la muerte?", "Si la hay, ¿cómo será?"
¿Podemos saber si hay vida después de la muerte? ¿Qué método usaríamos para averiguarlo?
El método experimental, utilizado para cuestiones científicas, no es adecuado para evaluar ECM. Es imposible en emergencias médicas establecer las condiciones controladas y la repetibilidad requeridas. Los científicos tampoco tienen máquinas que lean la mente para evaluar las experiencias mentales/espirituales. Y encontrar voluntarios para experimentos de ECM sería difícil.
El método de las experiencias tiene distintas opiniones. Las ECM pueden proveer información útil, pero la mente nos puede engañar. Sueños, fantasías, alucinaciones, viajes de drogas, ebriedad, estados de conmoción - todos pueden evocar imágenes mentales que parecen reales pero no lo son.
Algunos sugieren un método espiritual para evaluar estos fenómenos. ¿Y si pudiéramos encontrar una autoridad espiritual, alguien con credenciales confiables, que nos diga la verdad acerca de los temas referidos a la vida después de la muerte?
Después de la muerte de Mike, les expliqué a los hombres en nuestro grupo que una cantidad cada vez mayor de hombres y mujeres instruidos cree que Jesucristo es una autoridad espiritual confiable. Hace un tiempo, yo mismo era escéptico con relación al cristianismo, pero examinando las evidencia de la resurrección de Jesús me convenció que Él podía ser confiado. Encontré que la resurrección de Cristo era uno de los hechos de la historia mejor comprobados.{3} Si Jesús murió y volvió de la muerte, Él podría decirnos con precisión cómo era la muerte y la vida después de la muerte. El hecho que Él había predicho con exactitud Su propia resurrección nos ayuda a creer que Él nos dirá la verdad acerca de la vida después de la muerte. ¿Qué dijeron Jesús y aquellos a quienes Él enseñó acerca de este tema?
Nuestras personalidades no serán aniquiladas. No nos fundiremos en el gran océano impersonal de la conciencia cósmica, como algunos proponen. Seguiremos existiendo. No nos volveremos ángeles, como sugieren otros. Los ángeles son "espíritus ministradores" enviados para servir a los creyentes en Cristo.{4} Son seres espirituales ya creados, distintos de los humanos.{5} En el momento en que Jesús murió en la cruz Él exclamó, "Padre, en tus manos encomiendo tu espíritu" (Lucas 23:46).
Antes de esto, un ladrón que colgaba de una cruz al lado de la Suya le dijo, "Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino." Jesús le contestó, "De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lucas 23:42-43).
Jesús creyó que Su propio espíritu iba a ir con Dios. Él también creía que el ladrón (aparentemente el alma o el espíritu del ladrón) estaría con Él en el cielo el mismo día. Claramente, Jesús no estaba pensando en la muerte como aniquilación sino como separación del cuerpo físico.
En otra parte, Jesús implicó que nuestras personalidades de alguna forma permanecen intactas después de la muerte. Una vez dijo, "Vendrán muchos... y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos" (Mateo 8:11).
Abraham, Isaac y Jacob - los antepasados de la nación judía - habían muerto siglos antes. Sin embargo, Jesús, hablando de un hecho futuro, los mencionó por nombre. Implicó que sus personalidades se mantendrían.
¿Alguna vez se preguntó si usted podrá ver a sus seres queridos que han partido cuando se muera? Aparentemente, aquellos que participan de la vida eterna podrán reconocerse unos a otros. El Rey David, quien reinó sobre la antigua nación de Israel alrededor del año 1000 a.C., habló de estar con su hijo muerto otra vez.{6} Los discípulos de Jesús tuvieron un vistazo de Moisés y Elías, dos héroes de Israel que habían muerto un tiempo atrás, y los reconocieron.{7}
La vida en el cielo estará enfocada en una relación personal con Él y en relaciones significativas entre nosotros. Estas serán las relaciones más cálidas y enriquecedoras que podríamos tener jamás.
Antes de morir, Jesús les prometió a Sus discípulos que un día estarían con Él nuevamente: "Voy... a preparar un lugar para vosotros. Y... vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis" (Juan 14:2-3).
Pablo, un creyente en Jesús del primer siglo, escribió acerca de su "deseo de partir y estar con Cristo" (Filipenses 1:23).
Jesús definió la vida en el cielo cuando dijo, "Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3). En otras palabras, la vida eterna involucrará llegar a conocer mejor a Dios y el sentido de la vida.
Pablo también escribió, "Cosas que ojo no vio, ni oído oyó... son las que Dios ha preparado para los que le aman" (1 Corintios 2:9).
Juan, el discípulo de Jesús, escribió, "Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor" (Apocalipsis 21:4). Otro escritor del Nuevo Testamento nos alienta a "[poner] los ojos en Jesús... el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz... y se sentó a la diestra del trono de Dios" (Hebreos 12:2). La vida eterna con Dios será un gozo que desafía una descripción y excede nuestra imaginación.
No terminará nunca. ¿Alguna vez miró una película que era tan buena que no quería que terminara jamás?
¿Alguna vez saboreó un postre tan dulce que quería que durara y durara? ¿Tuvo alguna vez una relación tan gratificante que deseó que continuara para siempre? La vida eterna será así de buena, ¡y mejor! Nunca terminará. "Dios nos ha dado vida eterna;" escribió Juan, "y esta vida está en su Hijo" (1 Juan 5:11).
Jesús enseñó que la vida eterna involucra todo lo positivo y nada de lo negativo. Dios nos ama y desea lo mejor para nosotros, ahora y por la eternidad.
Qué triste que algunas personas no aprovechan todo lo que Él ha provisto.
El cardiólogo de Chattanooga, Maurice Rawlings, M.D., cuenta de un paciente que tuvo un ataque cardíaco en la oficina del Dr. Rawlings. A lo largo del intento de resucitación, el paciente se desvanecía y volvía en sí. Cada vez que el doctor interrumpía el masaje cardíaco, el paciente parecía que se moría de nuevo.
Cuando el hombre recobró el conocimiento gritó, "¡Estoy en el infierno!" Una mirada de completo terror nublaba su rostro. "¡No se detenga!" rogó. "¿No entiende? Estoy en el infierno. ¡Cada vez que usted se detiene me vuelvo al infierno! ¡No me deje volver al infierno!" El paciente sobrevivió y puso su fe en Cristo para quitar sus pecados y asegurarse un lugar en el cielo.{8} El lugar que la Biblia llama infierno, o hades, es el hogar actual de aquellos que no aceptan el regalo del perdón de Jesús. Es un lugar de tormento constante y consciente.{9} El hades no es la morada final de aquellos que mueren sin una relación personal con Cristo. Juan dice que éstos serán juzgados en el juicio del "gran trono blanco". Como las obras de ninguna persona son suficientes como para ganarse la vida eterna, aquellos que no tienen el perdón de Cristo serán arrojados en el "lago de fuego"{10} Jesús dijo que "el fuego eterno [ha sido] preparado para el diablo y los ángeles" (Mateo 25:41).
No es un tema agradable. Pero recuerde, Dios no quiere que usted perezca en el infierno. Lo ama a usted y quiere que pase la eternidad con Él. No sin Él.{11} Pablo escribió que Dios nuestro Salvador quiere que todos sean salvos (o sean salvados de las consecuencias del pecado, que es la separación de Dios). Él quiere que nosotros lo conozcamos porque Él es la verdad.{12} Dios envió a Jesucristo, Su Hijo, para pagar el castigo de nuestros pecados (las actitudes y acciones que no alcanzan la perfección de Dios). Jesús literalmente pasó por el infierno por nosotros. Nosotros simplemente necesitamos recibir Su regalo gratuito de perdón - nunca lo podremos ganar - para tener la garantía de la vida eterna. "El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida" (Juan 5:24).
De acuerdo con las últimas cifras, la tasa de mortalidad en este país sigue siendo del 100 por ciento. Cada día, en este planeta, mueren unas 140.000 personas.
Lo que a la mayoría de nosotros nos interesa no es "¿Qué le pasa a la gente cuando se muere?" sino "¿Qué me pasará a mí cuando me muera?"
Algunos tratan de evitar el tema de la muerte o aislarse de la preocupación a través de la popularidad, las posesiones, las ocupaciones o el poder. Muchos sienten que cualquier creencia que los haga sentir cómodos está bien. ¿Encaja usted en alguna de estas descripciones?
Un club nocturno cerca de Cincinnati estaba repleto una noche. De pronto, un camarero se subió al escenario, interrumpió el programa y anunció que el edificio se estaba prendiendo fuego. Tal vez porque no vieron nada de humo, muchos de los asistentes se quedaron sentados. Tal vez pensaron que era un chiste, parte del espectáculo. Cuando finalmente vieron el humo, era demasiado tarde. Más de 150 personas murieron cuando se quemó ese club nocturno.
Cuando piensa en la muerte, ¿está creyendo lo que usted quiere creer o lo que la evidencia demuestra que es verdadero? Jesús dijo, "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá" (Juan 11:25)
Ponga su fe en Jesucristo como su Salvador y usted, también, vivirá aunque muera.
{1} Adaptado de Raymond A. Mosdy, Jr., M.D., Life After Life (La Vida Después de la Vida), New York: Bantam, 1976), pp. 21-22.
{2} Para una discusión más completa, vea el libro de donde se adaptó este artículo: Rusty Wright, The Other Side of Life (El Otro Lado de la Vida) (Singapore: Campus Crusade Asia Limited, 1979, 1994).
{3} Ver, por ejemplo, Josh McDowell, Evidence That Demands a Verdict (Evidencia que Exige un Veredicto) (San Bernardino, CA: Campus Crusade for Christ, 1972).
{4} Hebreos 1:14.
{5} Hebreos 2:16.
{6} 2 Samuel 12:23.
{7} Mateo 17:14.
{8} Maurice Rawlings, M.D., Beyond Death's Door (Más Allá de la Puerta de la Muerte (Nashville: Thomas Nelson, 1978), pp. 19-20.
{9} Lucas 16:23-24.
{10} Apocalipsis 20:11-15.
{11} Juan 3:16.
{12} I Timoteo 2:3-4
Copyright © 1999, Rusty Wright. Todos los derechos reservados.
Este artículo apareció en la revista Pursuit, Vol. V, Nro. 2